Cuando llega el verano, las piscinas se convierten en nuestros mejores aliados para combatir los días más calurosos, refrescarnos y disfrutar. La cerámica es el material perfecto para construir estos oasis de ensueño ya que ofrece una serie de cualidades técnicas ideales para la creación de estos espacios. Su notable resistencia y durabilidad, así como sus propiedades higiénicas, que previenen la proliferación de hongos y bacterias para mantener el agua y el entorno de la piscina en condiciones óptimas, son algunas de los aspectos que la caracterizan. Además, las opciones de cerámica antideslizante proporcionan un extra de seguridad, lo que es imprescindible para disfrutar al máximo de una de las áreas más especiales de nuestras casas.
Sin embargo, las ventajas de las piezas cerámicas no se limitan solo a sus aspectos técnicos. Este material se distingue también por su infinita variedad de opciones estéticas ya que ofrece una amplia gama de colores y diseños. Esto nos permite personalizar esta zona de la casa según nuestros gustos y preferencias y crear un espacio que no solo sea funcional y seguro, sino también visualmente atractivo y en perfecta sintonía con nuestro estilo personal.
Manteniendo la tradición
El uso del mosaico azul en piscinas sigue siendo una opción popular y atemporal. Esta opción aporta un color vibrante que realza el brillo del agua, evoca ambiente del océano y crea un efecto visual refrescante. Su aplicación permite la creación de patrones y diseños personalizados, adaptándose a diversos estilos arquitectónicos y preferencias estéticas.
Alttoglass, Elite Pool (pieza: 2,5×2,5 cm; malla: 31,6×31,6 cm)
Cerámica Mayor, Bali (14,7×14,7 y 30×60 cm)
Apuesta por el color
Elegir baldosas en otros colores más allá del tradicional azul, embellecen visualmente la piscina y se integran a la perfección con el entorno. El uso de piezas cerámicas de color verde ofrece una conexión directa con la naturaleza, evocando libertad y vida. Las tonalidades en verde son infinitas, puede variar desde gamas más suaves y naturales hasta verdes más vivos, permitiendo una personalización creativa del espacio acuático.
Todo al neutro
La elección de material cerámico en tonos neutros, como los blancos o grises suaves, aporta serenidad y armonía. Estos colores crean una transición fluida entre la piscina y el entorno. Además de resistir más el desgaste y la decoloración con el tiempo, ofrecen versatilidad en el diseño, permitiendo tanto estilos minimalistas como clásicos. Su simplicidad facilita la incorporación de otros elementos decorativos sin sobrecargar el espacio.
Exagres, Lizana (25×150, 20×120, 14,5×120 y 16,25×66,5 cm)
ZYX, Amazonia y Tropic (13,8×13,8 y 36,8×32 cm)
Gráficas naturales
Las baldosas cerámicas con gráficas originales convertirán tu piscina en un rincón único y con mucha personalidad. Estos no solo añaden un toque frescura al entorno de la piscina, sino que también crean una conexión visual con el paisaje que nos rodea. Los motivos vegetales y selváticos, como hojas, ramas y flores ofrecen un diseño artístico y orgánico que transforma la piscina en una pieza de decoración en sí misma, aportando serenidad y belleza natural.
Inspiración tropical
Las cerámicas inspiradas en destinos paradisiacos se caracterizan, por el uso de diseños y colores frescos y vibrantes. Estos azulejos reflejan la exuberancia tropical y la serenidad de la naturaleza, incorporando tonalidades como el azul índigo, el verde esmeralda o el blanco perlado. La utilización de piezas en estos tonos no solo es estéticamente atractiva, sino que también crea una experiencia sensorial única, transportando a los usuarios a un estado de calma y conexión con el entorno.
El Molino, Florencia (60×60, 60×120, 45×89,5, 45,5×90 y 30×60 cm)